Yo soy un habitante de mi ciudad, soy uno
que asiste a los teatros, que por las calles va,
soy una voz oída; mi faz ha visto alguno,
y en sus ojos tal vez su forma viva está.
Aquel tan venerado tiempo atrás, mi albedrío,
es del poder unánime liviana aspiración;
desprecio mi secreto sentir, mi corazón:
es más hermoso el sueño de la ciudad que el mío.
No tengo el infantil deseo de ser libre;
de viejos clavos pende mi gastado ideal.
Mi ser desaparece.
Que la vida total
de mi cuerpo me arroje y en mis músculos vibre.
Y mientras flaqueaban mis brazos al sentir
como pesado y grueso fardo la angustia mía,
con la conciencia que me resta todavía
conozco la ventura de casi no existir.
Jules Romains 1908
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
1 comment:
SENCILLAMENTE,SENCILLA.
TENUEMENTE MATIZADA.
DE PLATA Y ORO QUE BRILLA
COMO UN SOL EN ALBORADADA.
Post a Comment