Sunday, October 28, 2007

La nada no existe

Ya no estoy tan seguro de que la nada no existe.

¿Quién quiere que le avise si me muero antes?

Wednesday, October 24, 2007

Los Brios (Argentina) - Tengo Miedo

Mis manos son un rio...

¿Cómo sabes que le quieres cuando tu amor depende de lo que él sea [haga] o deje de ser [hacer]?

Monday, October 22, 2007

Embriagaos - Charles Baudelaire

Hay que estar siempre ebrio. Todo está allí: es la única cuestión. Para no sentir el horrible fardo del Tiempo, que rompe vuestros hombros y os inclina hacia la tierra, hay que embriagarse sin cesar.
¿Pero de qué? De vino, de poesía o de virtud, a vuestra guisa.
Y si alguna vez, sobre las gradas de un palacio, sobre la hierba verde de un foso, en la soledad melancólica de vuestra alcoba, os despertáis, la embriaguez ya atenuada o desaparecida, pedid al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj y a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, preguntadle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro y el reloj os responderán: "¡Es la hora de embriagarse! Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo, embriagaos, embriagaos sin cesar. De vino, de poesía o virtud, a vuestra guisa".

Tomado de Charles Baudelaire - El Spleen de París.
Traducción de Margarita Michelena
Tezontle
Fondo de Cultura Económica
México

Aridez

Alguien me dijo aridez.
Aridez, muerte del poeta.

Mi [el poeta] aridez es la no aridez social.
Para mí, aridez es igual a andar buscando la línea que me defina y me introduzca al monstruo sociedad. Ser [yo] alguien para ti es aridez para el poeta. El poeta está ahí donde no hay matemáticas ni sociedad. El poeta está en la aridez y en él casi sólo existe la aridez de los elementos sociales.

Aridez es el poeta que llora letras cual si fueran gotas de lluvia que nunca regó sus sueños fetales.

Tuesday, October 02, 2007

Sentido d olor

Déjame respirar mucho, mucho tiempo, el olor de tus cabellos; y sumergir en ellos todo mi rostro,, como un hombre sediento en el agua de una fuente; y agitarlos como un pañuelo perfumado para sacudir recuerdos en el aire.