Hay que estar siempre ebrio. Todo está allí: es la única cuestión. Para no sentir el horrible fardo del Tiempo, que rompe vuestros hombros y os inclina hacia la tierra, hay que embriagarse sin cesar.
¿Pero de qué? De vino, de poesía o de virtud, a vuestra guisa.
Y si alguna vez, sobre las gradas de un palacio, sobre la hierba verde de un foso, en la soledad melancólica de vuestra alcoba, os despertáis, la embriaguez ya atenuada o desaparecida, pedid al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj y a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, preguntadle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro y el reloj os responderán: "¡Es la hora de embriagarse! Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo, embriagaos, embriagaos sin cesar. De vino, de poesía o virtud, a vuestra guisa".
Tomado de Charles Baudelaire - El Spleen de París.
Traducción de Margarita Michelena
Tezontle
Fondo de Cultura Económica
México
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6 comments:
responde lautréamont: «¿adónde han ido los mecheros de gas? ¿qué se ha hecho de las mercenarias del amor?»
pidamos entonces al mar.
un saludo.
TE extranaba.. me embriague a tu salud! Y del cabaret no pude salir!
La vida del Dandy. Baudelaire caminado los andurriales de París. Usted y yo embriagados América Latina casi 200 años después. Ciclos. Un placer
Sibila. Voy a leer a lautréamont :)
Yaya. Te sacaron? Besos
Carito. Para nosotros los enfermos del alma, Baudelaire siempre será actual, aun casi 200 años después.
Sin duda un libro fascinante, Burdelaire experimenta con poesia en prosa y logra una quimera ácida pero a la vez consevadora. Buena recomendación.
esto parece interesante...........
y vosotros de que os embriagais???
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